Esta terapia proporciona una transferencia de energía (mediante corriente eléctrica) que provoca un aumento de la permeabilidad de la membrana celular y su metabolismo y dilatación de los vasos sanguíneos (haciendo que acuda más sangre) y por ello, un incremento del nivel de oxigenación y un mayor aporte de nutrientes.
Todos estos procesos se traducen en muchos efectos fisiológicos entre los que destacamos:
- Efecto analgésico,
- Efecto relajante o antiespasmódico que nos ayudará a tratar las sobrecargas musculares.
- Efecto sobre el drenaje venoso y linfático, que favorece la reabsorción de edemas, seromas o hematomas que en ocasiones acompañan a las lesiones.
- Efecto en la estimulación del trofismo celular que ayuda a limpiar el tejido lesionado y a aumentar la proliferación celular con el consiguiente efecto de regeneración de los tejidos dañados.
Es importante destacar que las células que se multiplican son sanas, por lo tanto, no está contraindicada su aplicación en procesos oncológicos.
Los beneficios se obtienen desde la primera sesión de tratamiento siendo una técnica que nos permite actuar en fases muy agudas.
